Cirugía para bajar de peso
El elegir el tratamiento ideal para la obesidad no es cosa fácil, se tienen que tomar en cuenta todos los factores físicos, hereditarios, familiares, sociales, ambientales, etc. Estos factores, en conjunto con muchos otros, influyen de tal manera en la personal que le causan un desequilibrio en su sistema básico de alimentación, ocasionando un desorden de cantidad, calidad y frecuencia de los alimentos.
Existen una infinidad de tratamientos médico – dietéticos en los cuales la personal se somete a un régimen muy estricto en forma “temporal” que en general se acompañan de resultados decepcionantes a largo plazo; al abandonar estos tratamientos frecuentemente la persona no sólo vuelve a recuperar el peso perdido, sino que lo aumenta.
El tratamiento quirúrgico para la obesidad ha demostrado mejores resultados a largo plazo, al ofrecer cambios en el individuo que no dependen completamente de su voluntad.
Estas operaciones incluyen procedimientos que inducen la pérdida de peso mediante la reducción del tamaño del estómago con una menor capacidad de comer, la exclusión de un segmento de intestino delgado, disminuyendo la capacidad para absorber los nutrientes, o mediante ambos mecanismos simultáneamente. Estos procedimientos producen una pérdida de 50 % a 90% del exceso de peso corporal, que se mantiene a largo plazo. Esto se asocia a una mejoría en la calidad de vida y a una mejoría o remisión de las enfermedades asociadas a la obesidad.
Nunca debe considerarse a la cirugía la única responsable del éxito del descenso de peso. Es sólo el paso inicial, la herramienta que permitirá realizar cambios en el estilo de vida, alimentación y actividad física que permitirán mantener un adecuado descenso de peso a largo plazo.